En este evento se acercaron los estudiantes de la promo de Maxi y sus familiares, a quienes agradecemos de corazón, que hayan permitido y compartido, esta inolvidable experiencia.
Palabras de la Profesora y Directora María Jimena Asencio:
HOMENAJE A MAXIMILIANO “CHAPITA” MORENO
Pensar en elegir los nombres a cada espacio que conforma
esta Institución, nos lleva a necesariamente a su historia. Y las escuelas
tienen en sus historias grandes hacedores; sin embargo, los únicos
protagonistas: LOS ESTUDIANTES, ya que
sin ellos no tendría razón de ser y
todos dejan en sus pasillos, una marca, una risa, una voz, alguna pena, y
siempre grandes historias que guardamos quienes por aquí las compartimos con
ellos.
En esta oportunidad, elegir el nombre de un espacio tan
significativo para la Funes, ya que la definió desde sus comienzos entre tantos
proyectos que de a poco fuimos concretando, nos remite al nogal bajo el cual
surgió este sueño, en la escuela que alguna vez nos prestaron para existir. Y si
nos remontamos hacia allí, veremos tantas
imágenes con un alumno que siempre tuvo la camiseta puesta…que regó de
ganas los proyectos de los profes; que se involucró y se dispuso a crecer en un
recuerdo inolvidable en la historia de esta escuela. El Maxi, fue entre tantos,
un gran corazón, la sencillez y humildad, las ganas de hacer, aún cuando no
había ni ganas…sus atenciones y siempre al servicio de lo que hiciera falta. En
el recuerdo colectivo podemos encontrarlo desde
montado en una escalera ayudando en la
ornamentación, en la formación de un equipo de la Funes, en el armado de
un petitorio con la necesidad de un edificio para llevarlo adonde fuera
necesario, en el gran compañero de su curso, en el inventor de las juntadas, en
alguna lectura, en todos los papeles de
un acto escolar, hasta en alguna tonada con algún verso que por su memoria
cruzaba y quería compartir; así y más, en cuantas sonrisas se vivieron por aquí,
cuando la escuela comenzaba a consolidarse. Formó parte de una de las promociones
más numerosas, de la que cada uno repartió su luz y trascendió.
Desde este lugar, en el que lo vimos transitar con la fuerza
de la vida, hacemos un homenaje y nos regalamos la certeza de dejarlo entre
nosotros con la misma intensidad con la que transitó por aquí. Y en este
invernadero, que tantas veces fue testigo, en su origen, de charlas, de proyectos,
de alegrías, de aventuras, de tantos de ustedes y de él, ponemos su nombre y
volvemos indeleble el recuerdo de un pibe de corbata roja, con mirada transparente
y sonrisa contagiosa, que con su gran
corazón nos regaló alegría en el trabajo cotidiano y la fuerza necesaria para
seguir creciendo en el tiempo y en la historia.
Bienvenidos al Invernadero Maxi “Chapita” Moreno. Gracias a su familia por haber elegido para sus
hijos, nuestra escuela, a uds. nuestro cariño
incondicional y las puertas abiertas, siempre.
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